Incremento al salario mínimo afectará la generación de empleo y la competitividad afirman grupos productivos
Luego del anuncio del presidente Bernardo Arévalo en el cual, informó del incremento al salario mínimo para el 2026.
El argumento de Arévalo fue que el aumento se realizó tras evaluaciones técnicas.
La premisa fue refutada por los grupos productivos del país.
El sector productivo organizado en el Comité de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF) señaló:
“Rechazamos el incremento recientemente decretado, ya que carece de sustento técnico y desatiende los efectos negativos que genera sobre el empleo, la formalidad y la competitividad”.
La Asociación Guatemalteca de Exportadores (AGEXPORT), emitió su postura indicando:
“Ante el aumento del 5.5% para las actividades agrícolas, 7.5% para las no agrícolas y 4% para las vinculadas a la actividad exportadora, que resulta ser un golpe a la competitividad que puede resultar insostenible para muchas empresas, esperamos que la productividad tenga de igual forma un porcentaje similar o mayor para la inversión en puertos y carreteras.
Mejorar los ingresos de los guatemaltecos que trabajan en la economía formal SÍ, pero con base a su productividad y no en un salario mínimo por decreto que saca de los mercados internacionales al sector exportador. Cuando los costos suben sin productividad, el empleo formal se reduce y la inversión se detiene.
Una política salarial debe considerar la productividad y diferenciación territorial para promover y atraer inversiones en todo el país. Guatemala debe promover una política salarial que se convierta en un mecanismo técnico y predecible que permita tomar decisiones de inversión de mediano y largo plazo.
Hacemos un llamado a las instituciones del Ejecutivo y al Congreso de la República para que ante la pérdida de competitividad del sector exportador analicen la aprobación de acciones que permitan una reducción de costos en materia portuaria, logística, infraestructura vial, energía y facilitación de trámites para proteger el empleo formal.”
La Cámara del Agro (CAMAGRO), también rechazó el incremento que afectará al sector en el país.
La manifestación de CAMAGRO, se efectuó previo al anuncio del aumento salarial.
El sector del agro indicó que la falta de carreteras es uno de los factores que restan competitividad aunado al incremento salarial.
La Cámara de Industria de Guatemala (CIG), también se pronunció a nivel institucional:
“1. El sector industrial rechaza el incremento al salario mínimo para 2026, una decisión política disfrazada de protección social, desconectada de la productividad y de la realidad del país, que castiga al empleo formal, cierra oportunidades y profundiza la informalidad que ya predomina en el país.
2. Las más de 218 mil micro, pequeñas y medianas empresas activas son las más afectadas cuando un país mantiene un salario mínimo elevado en relación con su baja productividad, encareciendo los costos laborales, limitando su capacidad para contratar, formalizar o incluso sostener puestos de trabajo.
3. Este aumento no genera mejores oportunidades; por el contrario, encarece el empleo formal y dificulta su creación, afectando principalmente a jóvenes que inician su vida laboral, dificultando su acceso a oportunidades.
4. Según datos del IGSS, el incremento aplicado en 2025 provocó una desaceleración del empleo formal, con una reducción del 44%. Repetir esa misma medida en 2026 hará que encontrar un trabajo formal sea aún más difícil. El resultado es claro: más informalidad y menos protección social.
5. El sector industrial no se opone a mejorar los ingresos de los guatemaltecos, se opone a aumentos de carácter político sin fundamento técnico que cierran oportunidades y debilitan el empleo formal.”
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