Gran Selva Maya, el “proyecto verde” que promoverá un modelo económico y sostenible en áreas protegidas

El pasado 15 de agosto, en Campeche, México; los presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, México, Claudia Sheinbaum y Belice John Briceño firmaron un acuerdo trilateral “para preservar 5.7 millones de hectáreas del corazón de Mesoamérica a través de la creación de un nuevo Corredor Biocultural de la Gran Selva Maya (CBGSM), con el objetivo de fortalecer la cooperación ambiental en materia de conservación e integridad ecológica para beneficiar alrededor de 7 mil especies, 200 en categoría de riesgo, 50 prioritarias y 250 endémicas de México”, según el comunicado emitido. 
El proyecto Gran Selva Maya, según se describe sería el segundo más grande después del Amazonas. 	Como parte del acuerdo, se conformó un Consejo que será el responsable de la implementación.   

Por Guatemala los representantes serán la ministra de Ambiente y Recursos Naturales (MARN), Patricia Orantes y el director Ejecutivo del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP), Igor de la Roca.

Es importante mencionar que Orantes también es la presidente del Consejo Directivo del CONAP.
Orantes, indicó que el siguiente paso después de la firma del acuerdo es que el “Consejo de Autoridades de Áreas Protegidas de los tres países se reúnan y a la brevedad elaboren un plan de acción con su respectivo plan de inversiones, programa de inversiones, así lo dice la declaración.

Estamos justo a tiempo para hacer los ajustes en el proyecto de presupuesto que vamos a llevar al congreso porque efectivamente pues detrás de esto hay un compromiso de elevar la inversión y con relación al tema de los negocios verdes.

Lo que estamos buscando de hecho es mucho más inversión pública y mucha más inversión privada, pero bajo los principios de sostenibilidad evidentemente, de inclusión, de participación comunitaria.”
En este momento, no se conoce cuál podría ser el monto para incluir dentro del Presupuesto 2026 o quiénes podrían ser los posibles financistas internacionales. 	Sin embargo, Orantes afirmó que se busca que el proyecto generé empleo y productividad, a través de la sostenibilidad con un modelo económico.

“Lo que queremos es que la selva genere prosperidad para esos dos millones de personas que viven en ella sin dañar, manteniendo la integridad ecológica del área. Quiero darles un ejemplo y es que sí se puede y la gran apuesta es en las asociaciones locales, en las cooperativas, en las microempresas, en las comunidades. Hoy en toda la parte este de la Reserva de Biosfera Maya existe uno de los modelos de forestería comunitaria más exitosos del mundo.

Son 14 concesiones comunitarias y dos industriales otorgadas por el CONAP a comunidades que en los últimos del 2013 al 2025, estamos hablando de unos 12 años, han generado 63 millones de dólares y millones de jornales para hombres y mujeres. Y cuando ustedes miran la foto satelital de la Reserva de Biosfera Maya, ese modelo es el que ha mantenido la selva. Así es que ese es el modelo al cual le estamos apostando”,
concluyó la funcionaria.

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