En Guatemala se impulsa la conservación y gestión sostenible del bosque seco
El Instituto Nacional de Bosques (INAB) y la Universidad del Valle de Guatemala (UVG) reafirmaron su compromiso con la conservación del patrimonio natural del país al realizar el III Simposio, El bosque seco: Ecosistema estratégico ante un clima cambiante. Este encuentro de alto nivel tiene como objetivo principal posicionar el manejo sostenible y la protección del bosque seco como una pieza clave en la estrategia de resiliencia climática de Guatemala.

El INAB lidera los esfuerzos para revertir el deterioro de este ecosistema mediante acciones técnicas, educativas y de coordinación interinstitucional, buscando conservar esta riqueza biológica y ecológica. Un Ecosistema Vital bajo Presión El bosque seco es fundamental para el equilibrio ambiental y el bienestar de las comunidades guatemaltecas.
Este ecosistema abarca 414,552.40 hectáreas y se distribuye en 19 departamentos del territorio nacional. Se caracteriza por una marcada estacionalidad, con una época seca que se extiende entre cinco y seis meses.
Por su parte, Brisseth Guerra, jefe de Marca, resaltó la idea de transformar el inicio de la temporada: “La Navidad con B&B siempre ha comenzado con una melodía, pero este año que continúe con una experiencia única en las calles guatemaltecas, donde las familias compartan con nosotros un momento mágico en las festividades de fin de año”.
Sus funciones esenciales van más allá de lo meramente ecológico e incluyen:
- Biodiversidad Única: Sirve como refugio para flora y fauna exclusivas del oriente guatemalteco. Dentro de estas especies únicas y endémicas se encuentra el Heloderma charlesbogerti.
- Conectividad Ecológica: Funciona como un corredor biológico que facilita el movimiento de fauna entre distintos ecosistemas.
- Mitigación Climática: Contribuye a la reducción de gases de efecto invernadero al ser un mecanismo natural de captura y almacenamiento de carbono.
- Desarrollo Sostenible: Genera oportunidades de empleo y desarrollo local a través de incentivos forestales, manejo sostenible y turismo de naturaleza.
- Educación: Proporciona espacios valiosos para la recreación y la educación ambiental, fortaleciendo la apreciación del patrimonio natural.
Pese a su importancia, el bosque seco enfrenta serias presiones como la deforestación, los incendios forestales y la expansión agrícola no planificada.
Luis Francisco Hilton, subgerente del INAB, enfatizó el compromiso institucional: “El INAB, a través de la implementación de esta estrategia, orienta las acciones de mitigación de las amenazas que enfrenta este ecosistema. A través de la gestión técnica y el apoyo de las comunidades, gobiernos locales, organizaciones no gubernamentales y la academia, aseguramos que las 414 mil hectáreas actuales sean manejadas de forma sostenible, garantizando la conservación de su diversidad biológica única y fortaleciendo su papel en la adaptación al cambio climático del país”.
La Estrategia Nacional para la Conservación del Bosque Estacionalmente Seco de Guatemala funciona como la adquisición de una póliza de seguro contra los peores efectos del cambio climático. Si la crisis global representa una tormenta financiera para el futuro del país, la conservación de estas 414,552.40 hectáreas garantiza que el país mantenga sus “activos” biológicos — como la captura de carbono y los corredores biológicos—, proporcionando una base sostenible que amortigua las sequías y los cambios en la variabilidad de las lluvias.
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