“El sabor de Guatemala e Indonesia”: Diplomacia cultural a través de la gastronomía en Yakarta
Yakarta, Indonesia — En una noche marcada por aromas, colores y tradición, la Embajada de Guatemala en Indonesia celebró el evento “El sabor de Guatemala e Indonesia”, una iniciativa que fusionó la gastronomía como vehículo de identidad y diplomacia cultural.
Organizado en colaboración con el Instituto Técnico de Capacitación y Productividad (INTECAP) y el prestigioso hotel Raffles Jakarta, el encuentro ofreció a los asistentes una experiencia sensorial que conectó dos culturas a través del arte culinario.
El chef guatemalteco Mario David García fue el encargado de presentar una selección de platillos típicos que evocaron la riqueza gastronómica del país centroamericano. Desde el pepián hasta los tamales colorados, cada preparación fue acompañada
por una narrativa que explicaba sus raíces indígenas, mestizas y regionales. “Cada plato cuenta una historia de resistencia, mezcla y memoria”, expresó García, mientras los comensales degustaban sabores que, para muchos, eran completamente nuevos.
La actividad no solo deleitó los sentidos, sino que también reafirmó el compromiso del Gobierno de Guatemala, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, con la diplomacia cultural como herramienta de acercamiento entre pueblos. En un contexto global donde la cultura se convierte en puente, este tipo de eventos permiten visibilizar la diversidad guatemalteca más allá de sus fronteras, promoviendo el turismo, el comercio y el entendimiento mutuo.
Representantes del cuerpo diplomático, empresarios locales, académicos y amantes de la gastronomía se dieron cita en el salón principal del Raffles Jakarta, donde también se exhibieron textiles tradicionales, artesanías y material audiovisual sobre los paisajes y costumbres guatemaltecas. La velada cerró con una degustación de café de origen guatemalteco, acompañado por dulces típicos como cocadas y torrejas.
“El sabor de Guatemala e Indonesia” no fue solo una cena: fue una declaración de identidad, una invitación al diálogo intercultural y una muestra de cómo el maíz, el chile y el cacao pueden hablar más allá de las palabras. En cada bocado, se tejió un lazo entre Petén y Java, entre Antigua y Yakarta, entre dos naciones que descubren afinidades a través del paladar.
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