Crimen organizado usa rutas del narcotráfico para contrabando afirma CODECOF
La Comisión de Defensa del Comercio Formal (CODECOF), que forma parte de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG) denunció que el “crimen organizado, narcotráfico, lavado de dinero y contrabando A todo esto se suma otra gran preocupación para el sector formal: Siete cárteles mexicanos han convertido el tabaco y los vapeadores ilícitos en una “caja chica” para financiar armas, logística y reclutamiento.”
Este mercado mueve entre 800 y 1,000 millones de dólares al año y aprovecha rutas que coinciden con el tráfico de drogas, armas y migrantes.
El informe “Humo, Vapeo y Poder” describe cómo el contrabando de tabaco y el tráfico de vapeadores operan como mercados ilícitos de alto valor, vinculados a corrupción y crimen organizado.
Entre 10% y 12% de los cigarrillos consumidos en el mundo serían ilegales (≈ 400–460 mil millones de unidades/año), según indicó Muriel Ramírez, coordinadora de CODECOF.
La entidad reafirmó que el abordaje del comercio ilícito es multicausal y exigió una coordinación público-privada basada en una estrategia integral, que permita combatir y erradicar el ilícito que trasciende fronteras.
En este marco, la Comisión ratificó su compromiso de trabajar junto a las autoridades y al sector produc vo para proteger la salud de los consumidores, garan zar la competencia leal, promover la cultura de legalidad, informar al consumidor y aportar a la seguridad nacional y regional.
“El consumo de estos productos puede causar graves daños en la salud porque ninguna autoridad certifica su procedencia. Dejan en alta vulnerabilidad la salud, incluso de pacientes con enfermedades terminales como cáncer”, agrega Ramírez.
CODECOF indica que el comercio ilícito evoluciona de “contrabando clásico” a “redes ágiles y multicanal”, como rutas ciegas, mezcla de productos, picos estacionales (noviembre y diciembre), reconfiguración de la logística internacional.
Finalmente, la coordinadora de CODECOF hace un llamado a la cooperación regional: “El comercio ilícito no reconoce fronteras. Combatirlo exige voluntad polí ca, alianzas estratégicas y, sobre todo, un compromiso conjunto entre instituciones públicas y sector privado para avanzar hacia soluciones integrales que garanticen una región más segura y competitiva”.
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