A partir del 15 de julio iniciará la canícula en Guatemala
Guatemala comenzará a experimentar los efectos de la canícula, a partir del 15 de julio, un fenómeno climático que implica una disminución temporal de las lluvias, aumento de temperatura y mayor exposición a la radiación solar, esto de acuerdo con el boletín emitido por el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH).
Según el pronóstico, la canícula se presentará de forma diferenciada en el territorio nacional. En la región del Pacífico y los Valles de Oriente se espera su inicio durante la primera quincena de julio; mientras que en el Altiplano Central y Occidente comenzará en la segunda quincena. Por otro lado, en áreas como el Caribe, Norte, Franja Transversal del Norte y Bocacosta no se prevé una canícula marcada. En los Valles de Oriente, podría extenderse hasta el 10 de agosto.
Aunque se anticipa una disminución en las precipitaciones, no se descartan lluvias ligeras o moderadas debido a fenómenos locales, ondas del Este o sistemas tropicales. Esto cobra relevancia considerando la saturación de suelos, crecidas de ríos e inundaciones recientes en diversas regiones del país —excepto Petén— lo que eleva el riesgo de deslizamientos y lahares en zonas volcánicas.
El análisis climático para el trimestre junio-agosto indica que existe un 84% de probabilidad de condiciones neutrales del fenómeno ENOS (El Niño-Oscilación del Sur). La probabilidad de un evento de La Niña es de solo el 11%, y de El Niño, un 5%. Sin embargo, se han registrado anomalías positivas de temperatura en el océano Atlántico, lo que podría intensificar la temporada ciclónica en esa cuenca.
La canícula, como fenómeno, se caracteriza por una pausa en las lluvias y mayor incidencia solar, ocasionada principalmente por variaciones en la intensidad de los vientos alisios. Estos influyen en el transporte de humedad y formación de nubes; su fortalecimiento puede reducir significativamente las precipitaciones y modificar los patrones climáticos locales.
INSIVUMEH reitera la importancia de informarse a través de sus canales oficiales, ya que, pese a la relativa baja en lluvias, se mantiene la posibilidad de eventos climáticos abruptos. La prevención, el monitoreo constante y la preparación comunitaria son esenciales para proteger la vida y los bienes de la población.
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